Las autoridades universitarias brindaron detalles sobre el estado de emergencia económica que declaró el Consejo Superior y advirtieron sobre las dificultades de funcionar con un presupuesto desactualizado frente a la inflación.

En el marco de una conferencia de prensa que se extendió por más de una hora, en el Aula Magna del Rectorado, autoridades y representantes de los estudiantes, docentes, y nodocentes de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires ratificaron el estado de emergencia económica que atraviesa la institución.

El encuentro fue liderado por el rector Marcelo Aba, acompañado por la vicerrectora Alicia Spinello, las decanas Daniela Ferrari (Arte), Silvia Stipcich (Exactas), Mónica Blanco (Humanas), los decanos Alfredo Rébori (Económicas), Rodolfo Catalano (Veterinarias), Verónica Gargiulo (Gremio Docentes), Pablo Sanz (Gremio Nodocentes), y Joaquín Palacios (Federación de Estudiantes).

Cabe señalar que la semana pasada el Consejo Superior aprobó por unanimidad la declaración de emergencia económica para el año 2024 “o hasta que se resuelva la situación integral”.

Así, con un presupuesto desactualizado ante la avanzada inflacionaria, la autoridad máxima de la UNICEN expuso las dificultades para sostener la estructura de  funcionamiento, salarios, becas, comedores, programas de formación, de extensión, y demás variables que componen la vida universitaria.

“Vivimos un momento muy complejo y tenemos dificultades en todos los aspectos de la vida cotidiana, lo que hace que tenga mayor gravedad que en otras situaciones. Estamos ante la falta de un presupuesto nacional que hace imprevisible qué va a pasar cuando la partida asignada se agote”, indicó.

Es decir, como no se aprobó un presupuesto nacional para este año, tanto la UNICEN como todas las universidades nacionales cuentan con el presupuesto 2023 prorrogado pero sin ajustes frente a una inflación superior al 200 por ciento.

Por su parte, Aba señaló que “las partidas de funcionamiento llegaron al punto más crítico” y ejemplificó: “Cuando hablamos de funcionamiento nos referimos a todo lo que ocurre que no sea salarios; pagar la luz; cortar el pasto; la limpieza; reponer y reparar cosas; llegar a espacios que no sean las aulas, y todo eso corresponde a partidas que hoy están ancladas a valor de noviembre de 2022 cuando se sancionó el último presupuesto”.

El desfasaje entre el las partidas asignadas al momento y el contexto económico, es de suma preocupación para todo el sistema universitario nacional y  las autoridades de las casas de estudio esperan que se abran canales de diálogo con el Ejecutivo para obtener mayores certezas al respecto.

No obstante, representantes docentes, nodocentes y estudiantiles ratificaron que este jueves 14 de marzo se sumarán al paro nacional universitario que incluirá instalaciones de carpas y puntos de difusión de la crisis en las sedes universitarias de nuestra región. En Tandil, uno de los epicentros será la Plaza Independencia frente a la sede del Rectorado.

La UNICEN, corazón de la región

Por otra parte, el rector ratificó la importancia de la UNICEN en su región de influencia, no sólo en la formación de profesionales, sino también el enorme impacto que tiene en números: cantidad de estudiantes que se mudan a las ciudades; alianzas estratégicas con el sector público y privado; producción e industria; ciencia y tecnología; programas de extensión; presencia en los territorios; becas y comedor; servicios de bienestar estudiantil; articulación de políticas públicas; y demás aspectos.

En igual dirección, se refirió al Programa de Fortalecimiento de las Organizaciones de la Sociedad Civil de la Secretaría de Extensión y a los programas que la Universidad mantiene en funcionamiento, como pilares a sostener durante el presente año para no perder presencia en los territorios.

En tal sentido afirmó que se están buscando mecanismos que permitan seguir adelante con las actividades previstas, destacando que mantienen una agenda de reuniones con los intendentes de las ciudades donde la UNICEN tiene sede y también con el sector privado.

En paralelo, remarcó: “Esta universidad realmente no tiene gastos donde uno pueda decir ‘lo sacamos y no pasa nada”. Tampoco tiene contratos que no tengan que ver con una función específica ni actividades donde invertimos fuertes sumas y si las suspendemos no pasa nada,  como si fueran cuestiones cosméticas. Esta Universidad tiene un presupuesto serio y equilibrado puesto al servicio de las actividades”.

Por último, subrayó que “nos parece vital mantener la universidad viva y presente en la sociedad, con los estudiantes, porque todo lo que vaya en contra de esto después va a ser muy difícil retomarlo. Si se van los estudiantes, si perdemos presencia en los barrios, es muy difícil volver a ponerlo a funcionar”.

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