_MG_2083Una prueba eficaz y contundente sobre la importancia del arte a la hora de interpretar e interpelar la realidad, aunque no necesariamente la modifique, tuvo lugar estos días a través de una experiencia teatral que fascina tanto por el objetivo perseguido como por el camino utilizado para alcanzarlo.

Se trata de Vos Decidís (los riesgos que se corren), título de una pieza teatral escrita por el autor local Fernando Lazarte y llevada a escena por la Comedia Universitaria, elenco artístico estable de la UNICEN, dependiente de la Secretaría de Extensión  a quien  le llegó la inquietud  de Cementera Avellaneda, fábrica con sede central en Buenos Aires y que tiene dos plantas, una en San Luis y otra en el paraje San Jacinto, en Olavarría. De esta última, y a través de su gerente operativo de Seguridad e Higiene, Jorge Omar  Petris, surgió la idea de profundizar desde otro costado las previsiones que demanda la seguridad industrial en la búsqueda de elementos que hagan recapacitar a los empleados sobre los distintos riesgos que se corren y cómo evitarlos.

Además de todos los cuidados que las empresas ponen en el tema, se admite que la concientización se torna muy difícil si se tienen en cuenta los accidentes que siguen sucediéndose. Esta problemática fue planteada a Extensión UNICEN y surgió la posibilidad de poner en escena una obra de teatro que contribuya a mentalizar al respecto.

Así fue como se convocó al experimentado Carlos Catalano, director de la Comedia, que reunió a tres de sus actores habituales, por talento y oficio, como son Gladys Carnevale, Julio Lester y Horacio Rimoldi realizándose un casting para completar el elenco y que finalmente integraron Analía Rios, Ignacio Díaz Delfino, Paulina Rago, Esteban Calvo y Federico Zambrino.  Bajo la coordinación de Anabela Tvihaug, que también asistió a la dirección, se trabajó en tiempo récord sobre un texto que para la ocasión escribió Lazarte que supo interpretar en forma cabal la propuesta de la Cementera que, por otra parte, está muy bien explicitada en su política sobre seguridad. Dice al respecto: “Implementar planes y programas de información, capacitación y concientización en Prevención de Accidentes y Cuidado de la Salud para sus colaboradores, proveedores, clientes y terceras partes incluyendo el uso de buenas prácticas y respuesta ante emergencias”.

Respetando este postulado es que se encontró en la expresión artística una herramienta válida surgiendo esta pieza teatral, de 45 minutos, que todos los operarios fueron apreciando en tandas durante el jueves y viernes en una sala de la misma fábrica. Al frente, una mesa y unas sillas resultaron los únicos dispositivos escenográficos para los desplazamientos de los actores que, con solvencia, contaron una historia precisa y conmovedora a la vez, casi un homenaje al eterno teatro naturalista.

Un obrero a punto de jubilarse, un “sobreviviente, “un animal de costumbre”, que tiene que mostrarle la fábrica a un empleado nuevo. Ese es el conflicto y no se necesita más, aunque hay más: las situaciones domésticas, cotidianas de una familia que van tejiendo una serie de subtramas que permiten ir incorporando a los espectadores que se ven reflejados en esas estampas, tan austeras como atractivas. Todo se va a precipitar en un desenlace de hondo dramatismo que, aún sin acudir a golpes bajos, logra la emoción generalizada y lo más importante ser concientes de lo que verdaderamente implica la seguridad industrial y que involucra a la fábrica como esa gran familia que componen los trabajadores y sus íntimos.

Esta sintonía pedagógica no hace claudicar ninguna bandera teatral por eso es que la puesta y las actuaciones están a la altura de un texto que resulta más exigente en lo que no muestra que en lo que dice. De ahí que resultó comprensible ver a un auditorio shockeado ante la experiencia escénica y por esa estocada final que invita a tomar conciencia del día a día en el puesto de trabajo.

Sin duda una prueba tan envolvente para los hacedores como para sus destinatarios, a la vez que pone de relieve una forma dinámica de articular el mundo laboral con el arte y la intermediación del ente público, en este caso la Universidad.

Es probable que la obra se vuelva a representar en la planta que posee la Cementera en San Luis en este trazado iniciado en torno al tema de Seguridad e Higiene en el Trabajo que, además, tiene su día: el 21 de abril.

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