El Centro de Jubilados de Lourdes, ubicado en Azul, volvió a ser escenario de nuevas propuestas comunitarias impulsadas por la Facultad de Agronomía de la UNICEN. En esta oportunidad, un equipo de jóvenes llevó adelante una Actividad Estudiantil de Extensión denominada “Saberes que florecen: abuelos y plantas en comunidad”, en el marco de la convocatoria realizada por la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Centro, que busca fortalecer la vinculación entre la universidad y la comunidad.

Desde el año pasado, en este espacio se realizan actividades vinculadas al cuidado del entorno y la recuperación de saberes, con los proyectos “Plantas Criollas en mi barrio” (2024) y el actual “Biocorredores de plantas nativas y relatos”.

Un trabajo construido junto a la comunidad

Las actividades fueron planificadas de manera conjunta entre referentes del Centro de Jubilados, adultos mayores y el equipo extensionista. Se tuvieron en cuenta las necesidades e intereses de los participantes, el trabajo ya realizado, la propuesta docente y los objetivos de aprendizaje del equipo estudiantil.

Cada encuentro iniciará con un espacio de intercambio entre estudiantes, adultos mayores y referentes institucionales, buscando consolidar un clima de confianza y reconocimiento mutuo. De forma transversal, se promoverá el diálogo intergeneracional y el intercambio de saberes sobre plantas nativas y sus usos tradicionales.

Recuperar saberes y fortalecer vínculos

Durante las jornadas se trabajó sobre los conocimientos previos de los adultos mayores acerca de las plantas nativas -especialmente medicinales y comestibles- mediante juegos didácticos y actividades en el espacio verde del Centro.

También se profundizó en formas de propagación, cuidados básicos e identificación de las especies incorporadas al “rincón verde comunitario”, creado junto a docentes y jubilados en actividades de extensión anteriores. Además, los estudiantes confeccionaron juegos educativos para la ludoteca del aula alfabetizadora con temática botánica.

En los encuentros se promovió el diálogo intergeneracional y también dinámicas lúdicas orientadas a activar la memoria colectiva.

¿Cómo surge esta propuesta?

La iniciativa surge de la necesidad de dar continuidad al trabajo desarrollado en el Punto de Extensión Territorial “Corredor Norte” y de aprovechar los vínculos construidos con la comunidad del Centro de Jubilados.

Asimismo, responde al interés de generar espacios de encuentro entre adultos mayores y estudiantes de la Facultad de Agronomía, promoviendo un intercambio significativo de experiencias. La tercera edad es un momento vital con un enorme potencial para el crecimiento personal y colectivo, donde emergen saberes y memorias que enriquecen el aprendizaje mutuo.

El trabajo con plantas nativas y el contacto con la naturaleza se vuelve un eje clave para promover bienestar físico, emocional y comunitario. Tras el primer encuentro, se hizo evidente la importancia de seguir fortaleciendo la revalorización de estas especies, la memoria colectiva y la construcción de lazos intergeneracionales.

Una experiencia que transforma

Silvana Gómez, referente del equipo estudiantil compartió su vivencia:

“Al principio pensé que sería solo un proyecto de extensión: algo para el currículum y para mi carrera. Pero nada es igual cuando realmente te involucrás. En la primera actividad me olvidé de que era un puntaje: pasó a ser una verdadera experiencia de vida. Estar con los abuelos, ver sus caras de alegría, escuchar sus historias… sentía que volvía a revivir las charlas con mis propios abuelos. Más que un proyecto, fue una experiencia que me cambió y superó todas mis expectativas”.

Categorías: ActividadesPET

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