corrales fotoQuedó chico el Aula Magna de la Universidad, el pasado viernes, para ver el documental Corrales de Piedra, del realizador tandilense Alberto Gauna, radicado desde hace 40 años en España y que vino a la Argentina precisamente para presentar esta producción que tuvo su bautismo en el reciente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

La función en Tandil, organizada por la Secretaría de Extensión de la UNICEN, a sala llena no pudo ser más auspiciosa y reveló que el documental es una faceta del cine –no un género- que además de tener sus propios códigos, se instala como reflejo de una estética militante desde lo social al retratar el  pasado (o el presente), su gente, su geografía y desde una posición clara y contundente.

Testimonio de esto ya había dado Gauna con su Cerro de Leones, aquella épica  obrera que tuvo su expresión fílmica inolvidable, íntegramente local. Si bien Corrales de Piedra habla de construcciones materiales hechas por los pueblos serranos y mapuches, con el fin de custodiar y engordar rebaños, la película respira humanismo porque no hay una mera exposición “paisajística” sino una construcción de esa realidad cargada de historia, no exenta de odios y explotaciones, pero también de amores por lo nuestro, que en la palabra muy bien explican los dos entrevistados: Antonio Ferrer y Ernesto Sanguinetto, un docente y un tradicionalista autodidacta. La elección de estos relatores no parece casual y equilibra el discurso desde lo académico con la frescura de la estampa y la leyenda. En suma se trata de dos expertos en el tema quienes explican el significado de esas construcciones y la importancia de su conservación, que fue la Gran Feria del Chapaleofú.

La producción es ambiciosa en su contenido y modesta en su elaboración ya que, por un lado forma parte de un proyecto llamado Malón Blanco donde el director se propone hablar de Tata Dios, un tema que alimentó fuertemente la curiosidad de escritores y cineístas. Pero por otro lado el trabajo visto hasta ahora está hecho con lo mínimo e indispensable, con un presupuesto acotado y que va a requerir de esfuerzos externos para que se transforme en el largo que la historia merece.

Corrales…revela prudencia en el manejo de la cámara pero se desborda a la hora de abarcar más de un tema (historia de los corrales, tradiciones, genocidio, etc.) como señal de un realizador inquieto que nos quiere decir que por delante de esa media hora hay mucho más para rodar y pensar.


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