
Se trata de Camino de la Cruz, un conmovedor relato del realizador alemán Dietrich Buggemann sobre el dilema de una adolescente de 14 años, María, atrapada entre dos mundos: su vocación religiosa y la asfixia que le propone una sociedad dominada por el fanatismo. En el colegio ella tiene los típicos intereses de una jovencita pero cuando está en su casa debe reprimirse y seguir los dictados de la Sociedad de San Pío X y su tradicional interpretación del catolicismo. Todo lo que María piensa y hace debe ser examinado ante Dios.
Estrenada el año pasado, la película es un verdadero canto a la Fe pero también aporta una mirada sin contemplaciones contra todo fundamentalismo.
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