Para saber lo que pasa en una ciudad, una forma de mirar es la de observarla como la suma de territorios que no son uniformes ni homogéneos, más bien plagados de matices, contradicciones y desigualdades que emergen en el tejido social. En esta línea, el trabajo territorial cobra especial relevancia para conocer qué sucede más allá de las cuatro avenidas, donde hay realidades disímiles.
De este modo, los Puntos de Extensión de la Unicen intentan abordar las realidades que subsisten en un entramado urbano con problemáticas y necesidades que se repiten. Para ello, el programa de extensión se dividió los espacios y se abocó a trabajar con las mesas barriales para escuchar las demandas sociales y acercarlas a la universidad. Prueba de ello es el mapeo que se presentó el mes pasado en la Universidad Barrial, con datos de Villa Aguirre y el corredor al norte de la Ruta 226.
En este sentido, el pasado 26 de agosto -en el marco de la Semana de la Extensión- se realizó un encuentro con referentes de la casa de estudios y de las barriadas para articular esfuerzos en pos de un objetivo, que es sumar las capacidades de la Unicen a las problemáticas que se diagnostican en el territorio.
Del mismo participaron representantes de las mesas de La Movediza, Villa Aguirre, Cerro Leones, Villa Gaucho y Villa Cordobita. Además, formaron parte representantes de las secretarías de Extensión del Rectorado, de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Facultad de Ciencias Sociales, y referentes de la extensión a nivel latinoamericano, Humberto Tommasino y Oscar García.
Sebastián Álvarez es el jefe de Programas y Proyectos de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Centro y explicó que, en el marco de la pandemia, percibieron que las mesas de cada barrio eran una fuente de información relevante y que hay problemáticas que se replican en todos lados.
En este sentido, valoró que es preciso abordarlos en conjunto y que cada espacio pueda retroalimentarse para articular con las potencialidades de la universidad, en pos de que exista una real transferencia y comunión entre ambos mundos.
Articular para resolver
Por su parte, Micaela Sequeira, trabajadora de los Puntos de Extensión, le señaló a este Diario que la idea es poder habilitar estos espacios de encuentro una vez por mes o cada dos meses, para «elevar reclamos desde una mesa interbarrial, y generar diálogos y construcciones colectivas”.
De este modo, el hecho de vehiculizar las demandas de manera colectiva contribuirá a que tengan más fuerza. La propuesta fue bien recibida por los presentes, que van a empezar a trabajar en red con el acompañamiento de la universidad.
En simultáneo, señaló que desde la Unicen se va a facilitar la logística de encuentro y a colaborar con estudios que avalen los reclamos o iniciativas, para que puedan ser presentados ante el Estado o los organismos que corresponda, con un respaldo mayor.
“Se trata de llevar la voz de los territorios a la universidad para que los equipos extensionistas tengan la información de primera mano de lo que pasa en los barrios», evaluó.
Asimismo, en el encuentro surgieron temas en común como los consumos problemáticos, una arista social que preocupa mucho y que aportó la mesa de Villa Cordobita, pero que tiene su correlato también en Las Tunitas.
Además, el transporte es otro escollo que se repite en toda la periferia, porque las líneas de colectivos no llegan a todos lados ni con la frecuencia necesaria, un tema expuesto con anterioridad.
Asimismo, la “desconexión” de los vecinos con ciertas políticas públicas del área de Desarrollo Humano municipal y la dificultad para que “bajen” al territorio también fue mencionada por los referentes barriales, que esperan aceitar algunos mecanismos para garantizar la accesibilidad a los dispositivos comunitarios.