La ONG, con origen en la ciudad de Tandil, ayuda a niños oncohematológicos de la ciudad y la región, acompaña y contiene emocional y económicamente y brinda asistencia a sus necesidades y a las de las familias. Partiendo de la idea de que el contacto con la naturaleza tiene un impacto positivo en el bienestar y en la calidad de vida del ser humano, el lugar elegido para el desarrollo de la propuesta fue la Reserva Natural Sierra del Tigre, un entorno ideal para que los niños puedan vincularse con el espacio y salir del cotidiano.
En distintos encuentros planteados como talleres, los estudiantes acompañados por docentes y graduados de la carrera de Turismo, impulsaron juegos y propuestas con el objetivo de generar un acercamiento a lo natural, a partir de la exploración y el reconocimiento de los animales del lugar, o del escuchar el canto de un pájaro o el ruido de las hojas al moverse o la posibilidad de observar con lupas flores, tallos, frutos, rocas, formas y colores.
A través de las distintas actividades, los estudiantes hicieron foco en el derecho de los niños al esparcimiento, al juego, al conocimiento y al reconocimiento del entorno en el que habitan, validando la experiencia del acercamiento con lo natural como instancia clave en procesos difíciles como son los que atraviesan niños y familiares ante la enfermedad.
Para los niños y niñas, que en el día a día se encuentran en situaciones complejas, que frecuentan hospitales y consultorios fue una experiencia realmente buena: en cuanto llegaron a la Reserva no paraban de correr e investigar el lugar. Para el grupo de estudiantes fue un avance enriquecedor que les permitió materializar su formación, a partir de la posibilidad que tuvieron de proponer actividades lúdicas y presentar instancias de juego como herramientas de aprendizaje.
El proyecto, que se enmarca en una actividad estudiantil de extensión, propició un intercambio que permite forjar valores y actitudes responsables y comprometidas con las necesidades de la sociedad y el ambiente. Estos espacios formativos que vinculan a la universidad con la comunidad implican procesos educativos transformadores en la formación de los futuros profesionales, que incorporan miradas reflexivas y críticas frente a la realidad.