El barrio Cerro Leones volvió a reunirse el domingo 7 de diciembre para poner en valor su historia, su memoria y su identidad colectiva en la octava edición de la Fiesta Popular del Picapedrero, una propuesta comunitaria y participativa que en esta oportunidad coronó un año entero de actividades impulsadas por instituciones educativas, organizaciones sociales, vecinos y la UNICEN. La Plaza de la Democracia fue nuevamente el punto de encuentro de una jornada que combinó espectáculos culturales, muestras patrimoniales, charlas, recorridos turísticos y espacios de encuentro que convocaron a la comunidad local y a visitantes de otros puntos de la ciudad. Los espectáculos se abrieron formalmente con la presentación del Ballet Kisuwen, que dio inicio a una tarde con diversas propuestas musicales y artísticas.
Integrantes de la organización destacaron que esta edición tuvo un carácter especial, porque la fiesta funcionó como cierre de un trabajo sostenido a lo largo de todo el año, que involucró a escuelas, clubes, centros de jubilados, organizaciones barriales, la Asamblea Barrios de Piedra, el Área de Cultura de la UNICEN, la Secretaría de Extensión de la UNICEN y un gran número de vecinos y vecinas. Asimismo, entre los presentes estuvieron el intendente Miguel Lunghi, concejales y representantes municipales, y autoridades de la Universidad.
Memoria, identidad y futuro
Uno de los ejes centrales de la fiesta de este año fue la puesta en valor de la memoria picapedrera, un patrimonio cultural que continúa siendo motor de iniciativas, investigaciones y proyectos colectivos. Entre las actividades destacadas se presentó un avance del Geoparque Tandilia, a cargo de la Asamblea Barrios de Piedra, junto con el recetario de platos típicos elaborado por personas mayores del grupo Viejos son los Trapos. Además, se exhibió una muestra fotográfica de Carlos Pierroni, que incluyó material inédito. También hubo lugar para que los integrantes del proyecto de extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias, “Saber ovejero”, compartieran su trabajo con el público.
“Esta fiesta es como la memoria viva. Durante varios años se viene trabajando en recrear, en rearmar la historia de las familias que llegaron a esta parte de Tandil y que construyeron el barrio, la ciudad, construyeron identidad, pero durante muchos años esa identidad no se contó. Entonces, viene a recuperar, a visibilizar esa parte de nuestra identidad tandilense”, afirmó Daniel Herrero, secretario de Extensión UNICEN.
Para la Universidad, agregó, es fundamental acompañar estos procesos comunitarios con un rol presente pero no centralizado: “Es importante cualquier proyecto de esa identidad, es fundamental ver cómo trabajarlo, pero no desde la Universidad o desde una oficina, sino acá, con las iniciativas que tienen los distintos grupos”.
