«Dignificar lo humano». Así expresa las sensaciones que experimenta la tallerista Claudia Cabrera tras un nuevo encuentro con sus alumnos de las Unidades Penales 2 y 38 de Sierra Chica, actividad que se despliega desde el Programa Universidad en la Cárcel, de la secretaría de Extensión de rectorado de la UNICEN.

Para dicho encuentro se pudo contar con numerosas alfombras para que las prácticas de yoga ya no tengan que realizarse sobre el frío piso del aula.

AgroYoga Regenerativa lleva varios años en la cárcel y, según la docente, «no está atrapada. Cada jornada es un soplo de libertad. De trabajar la tierra y recoger sus frutos. De reflexionar y repensarnos. De silencios y emociones. Y, desde ahora, de un poco más de calidez».

Las actividades de yoga y meditación se complementan con cultivo de huerta orgánica en una propuesta integral que busca que las personas que participan se conecten consigo mismas, con los otros y con la tierra como núcleo de vida. El resultado: una propuesta valorada muy positivamente por quienes asisten y se siguen sumando clase a clase.

Categorías: Cárceles

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