La noticia del dictamen favorable por parte de la jueza Ana Eseverri en relación al proceso de recuperación y puesta en marcha de la fábrica Ronicevi, que desde agosto del año pasado impulsan los propios trabajadores que habían quedado desocupados tras su quiebra, es un paso trascendental en la defensa de los derechos de los trabajadores y sus familias.
El día 21 de marzo de 2013 quedará para siempre en la memoria de los socios de la flamante Cooperativa Ronicevi, quienes desde esta fecha cuentan con la tenencia de la fábrica y con el marco legal que les permite oficialmente retomar el funcionamiento de una empresa metalúrgica emblemática de Tandil que, junto a otras, supo dar miles de puestos de trabajo en la ciudad.
Desde la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires saludamos con mucha alegría a todos los trabajadores y los felicitamos por el logro de este hecho que consideramos histórico. Entendemos que con esta noticia se cierra una etapa que fue muy difícil y que implicó muchísimo esfuerzo, organización y trabajo. A partir de aquí se abre un nuevo camino por demás esperanzador aunque no menos desafiante.
Desde la UNICEN creímos desde el inicio de este proceso, que debíamos estar acompañando y apoyando a los trabajadores para que la situación se resolviera de la mejor manera posible. Lo hicimos pensando en la dramática realidad que estaban viviendo los obreros y sus familias y teniendo siempre presente el antecedente histórico de más de 200 fábricas recuperadas por los trabajadores en todo el país, y las experiencias de Inpopar y Cerámica Blanca en nuestra propia localidad de Tandil, como demostración palpable de que es posible que los propios trabajadores se organicen autogestivamente para garantizar sus fuentes laborales.
Como Universidad decidimos comprometernos como un actor más, sabiendo que nuestro apoyo en esta causa se sumaba al de distintos organismos del Estado nacional y provincial, que también estuvieron y están acompañando en este proceso para intentar alcanzar un logro que hoy es un hecho irrefutable: que la fábrica sea puesta nuevamente en marcha bajo la forma de gestión cooperativa tal como lo prevé la nueva Ley de Quiebras resguardando los derechos de los trabajadores desocupados.
De esta manera, nuestro compromiso se fue materializando a través de la participación de variados actores de nuestro sistema universitario. Por ejemplo, el Instituto de Materiales (IFIMAT) que colaboró desde de un principio poniendo sus instalaciones a disposición; el Decanato de la Facultad de Ciencias Exactas, que a través de su Secretaría de Extensión, supo estar presente para dar respuesta a las necesidades que hicieron falta; al igual que la Facultad de Arte facilitando la gestión de actividades artísticas y culturales de apoyo a la causa y el Decanato de Ciencias Humanas mediante su aval a diversas iniciativas solidarias que se fueron sucediendo a lo largo de estos meses. En esta misma dirección, la Federación Estudiantil participó y participa desde un comienzo con la presencia y compromiso cotidiano de un amplio número de estudiantes de diversas agrupaciones en la organización de variadas actividades de apoyo, además de la asistencia a través de voluntariados en la propia cooperativa. También el CICE (Centro de Innovación y Creación de Empresas) colabora con el aporte de tutoría de un experto ingeniero industrial con mucha trayectoria en la actividad metalmecánica. Y lo mismo hizo la Facultad de Ciencias Económicas que facilitó sus docentes para colaborar con el armado del proyecto productivo de la cooperativa, además de acompañar en los trámites de su inscripción. De igual manera estuvo presente la colaboración de la Secretaria de Extensión de la Universidad que, además de coordinar estos esfuerzos, cooperó en todo momento con la labor de los auxiliares asignados por la justicia a la vez que en diversas tareas de visibilización de la problemática de los trabajadores de cara al resto de la comunidad; destacando finalmente y en particular el aporte del Rector de la Universidad, quién firmó una carta aval presentada ante la jueza de la causa mencionando esta participación y compromiso social de la comunidad universitaria con el proceso de recuperación iniciado por los trabajadores en agosto de 2012.
Seguramente haya otros innumerables aportes que la comunidad universitaria realizó en el marco de este largo proceso y que sería indicado mencionar. Sin embargo, lo más importante y oportuno de destacar es que aquí hubo un logro colectivo que fue posible por el compromiso y apoyos de muchas instituciones y organizaciones en la defensa del trabajo y el desarrollo local.
Por todo esto, saludamos una vez más a los trabajadores y sus familias y les acercamos el mensaje de que también seguiremos colaborando de forma decidida junto a ellos en el desafío que se abre de aquí en adelante para la cooperativa.
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