Uno de los mayores desafíos que la emergencia sanitaria planteó en el ámbito universitario fue el de garantizar la educación de todos y todas sus estudiantes a pesar del distanciamiento físico. De un día para el otro, las aulas se vaciaron y la enseñanza virtual fueron palabras mayores.

A medida que transcurrieron los días, las diferentes unidades académicas de la UNICEN fueron atendiendo todos los frentes del intercambio educativo: soporte informático para potenciar el uso de aulas virtuales, explorar herramientas disponibles por fuera de la plataforma Moodle (desde Google Drive hasta Jitsi), cubrir necesidades básicas de estudiantes, y entre ellas, buscar estrategias para llegar a los hogares sin computadora ni datos móviles o conexión a internet. No tener conexión o no disponer de megas y un dispositivo para usarlos, es lo que en este contexto termina de aislar literalmente a una persona.

Con un fuerte foco en resolver estas situaciones, las Facultades de Ciencias Sociales, Ciencias Humanas, Veterinarias, Agronomía y Arte, pusieron en marcha diferentes acciones que se buscan reflejar desde el equipo de comunicación de la Red Regional de Voluntariado UNICEN COVID-19.

Estrategias a medida

Sociales se lanzó la campaña “Compartí tus datos”, que apunta a garantizar la continuidad de las cursadas virtuales por parte de estudiantes de la unidad académica que no cuentan con acceso a internet. A través de un formulario las personas pueden ofrecerse para donar megas, o recibirlos en caso de estudiantes. “Por el momento, las compañías que permiten esto son Movistar y Personal, pero aunque tengan las otras pueden llenar el formulario igual” explicó el Secretario de Extensión de FACSO, Nicolás Casado. De hecho, se lograron atender dos casos de estudiantes con Claro. Casado resaltó que el intercambio se hace con muchísimo cuidado para proteger la vinculación, ya que se trata de una ida y vuelta de datos. “Hay que tener muy presente esto”, remarcó.

La campaña -contó- surgió en una serie de reuniones que venimos teniendo con el Centro de Estudiantes, y la idea prendió enseguida. De hecho, ya se lograron atender varios casos y la idea es que junto con el Centro de Estudiantes se vinculen la persona que ofrece los datos y quien recibe. La idea es que se hace con cuidado para proteger la vinculación. Hay que tener muy presente esto.

Si Sociales se enfocó en la parte del acceso a internet, fue porque ya habían resuelto de alguna manera el tema tecnológico. “El Centro convocó a interesados en prestar o donar computadoras que no usen. Por el momento prestamos una de la Facultad, para lo cual se firma un acta de comodato para que quede asentado”, sostuvo el funcionario y alentó a que los y las estudiantes que estén teniendo alguna dificultad se comuniquen con el área así hacemos la vinculación. “Ojalá que este tipo de estrategias se repliquen, es nuestra manera de poder contribuir al acompañamiento pedagógico, garantizar recursos, estar atentos también a los otros tipos de refuerzos que se hacen”, concluyó.

En el mismo plano, la Facultad de Ciencias Humanas lanzó el proyecto “Puente de Conexión Solidaria”, una iniciativa del Área de Permanencia del Programa de Ingreso, Permanencia y Graduación de la Secretaría Académica, con la colaboración de la Secretaría de Extensión y Transferencia, el Área de Informática y el Centro de Estudiantes de la FCH y la Secretaría de Extensión de la UNICEN en el marco de la Red Regional de Voluntariado Universitario COVID 19. El “puente” busca unir a quienes tienen un dispositivo para prestar, con alguien que no tenga, o que en su casa la computadora sea utilizada por otros miembros de la familia y el tiempo de uso es acotado.

El Campus Virtual permitió brindar a los y las estudiantes la posibilidad de continuar con los estudios “pero, por otro lado, dejó en evidencia el desigual acceso a las herramientas que necesitan para poder llevar a cabo la cursada y, en este sentido, nos referimos a no disponer de un dispositivo como una pc, notebook o tablet y a la escasa ó nula conexión a internet”, explicaron desde FCH. Antes de lanzar el proyecto, se detectaron al menos 15 estudiantes que no tenían computadora. Actualmente ese número va en ascenso.

Desde el área reconocen que “prestar un dispositivo con un valor económico considerable y en el que solemos guardar archivos e imágenes genera cierta incertidumbre o indecisión. No obstante, disponemos de un equipo de técnicos informáticos que ponen a punto cada dispositivo y restringen el acceso a los documentos que el dispositivo tiene almacenados resguardando de este modo la privacidad de la información” e invitaron a la comunidad a sumarse al proyecto para colaborar con los y las estudiantes de la unidad académica.

Algo similar ocurre en la Facultad de Agronomía donde detectaron que “un número importante de estudiantes no posee computadora para acceder a las clases virtuales y otras herramientas pedagógicas que se han implementado en este contexto de aislamiento” A raíz de esta situación es que invitaron “a la comunidad académica pero también a distintos miembros de la ciudad de Azul que tengan una computadora en desuso, a donar estos equipos, con el propósito de destinarlos a estos estudiantes”. La próxima semana «podremos entregar las primeras computadoras donadas por una empresa de la ciudad», dejaron saber autoridades de la Facultad.

De mismo modo, la Facultad de Arte lanzó la colecta solidaria “Préstamos de computadoras” que tiene como objetivo articular entre personas que ofrezcan solidariamente computadoras en desuso (pc de escritorio, notebook o tablet) para acondicionarlas y así ampliar oportunidades a estudiantes que, actualmente, estén cursando sus carreras de grado bajo la modalidad virtual. “El proyecto es una iniciativa de la comisión que aborda la conectividad y equipamientos para la modalidad virtual del Consejo Académico y del equipo de gestión”.

Lejanía tecnológica y geográfica

Por su parte, en la Facultad de Veterinarias, fueron los propios estudiantes quienes aportaron posibles soluciones para reducir la brecha tecnológica, más que nada teniendo en cuenta que una parte importante de la matrícula de estudiantes viven en zonas rurales. Dante Sofia, estudiante de 6to año de Medicina Veterinaria y Presidente del Centro de Estudiantes explicó que “nosotros hicimos una encuesta junto a los delegados de curso, el departamento de Bienestar y la secretaría Académica y encontramos que la gran mayoría de los estudiantes de Veterinarias no está haciendo la cuarentena en Tandil, por eso no evaluamos la posibilidad de prestar computadoras o tablets, porque sería complicado hacérselas llegar a distintas ciudades”.

Del relevamiento confirmaron que en los lugares donde los estudiantes están haciendo la cuarentena algunos de ellos tienen problemas de conectividad por vivir en zonas rurales, es decir, no por no tener compu o celu, sino por falta de wifi. La decisión que tomaron “es por un lado las clases por videollamadas que se hacen en el aula virtual, quedan grabadas y cuando los chicos tienen conectividad las pueden ver. Algunos solo tienen conectividad los fines de semana, otros solo pueden verlas de noche porque viven en el campo y prenden un motor generador de electricidad que habilita el wifi de la casa durante la noche y es ahí cuando pueden ver las clases. Por otro lado, nos organizamos con los delegados de curso para que envíen el resto del material por whatsapp y cuando agarran señal pueden ver todo y por último, pedimos a la Facultad que se les de la posibilidad a esos chicos con mala o nula conectividad de poder rendir exámenes más adelante”.

Además del programa de donaciones de computadoras, desde la Facultad de Agronomía informaron que también están llevando adelante “consultas a estudiantes para tener información respecto de su conectividad”, a través de un trabajo articulado entre la secretaría Académica y coordinación de Carrera con la colaboración del Centro de Estudiantes “quienes detectan y nos informan casos de estudiantes sin conexión a internet”, explicaron autoridades de la Facultad de Agronomía.

Así es como decidieron “entregar pendrives con las clases grabadas y el material didáctico elaborado por los docentes», enviándolo a distintas ciudades a través de empresas de transportes, aclarando que también llegan a estudiantes que transcurren su cuarentena en “parajes y localidades rurales más alejadas con la colaboración de las Delegaciones Municipales de la ciudad de Azul y de integrantes de la comunidad académica”. En ciertos casos “tenemos que enviar fotocopias” dado que no disponen de conexión ni computadora. De esta manera, “con un trabajo intenso tanto de docentes como de alumnos adaptándose a estas nuevas circunstancias y contexto, tratamos de avanzar en algo tan importante como lo es que todos tengan este derecho a la educación”, expresaron las autoridades facultativas.

Un reciente relevamiento de ADUNCE, que busca visibilizar la situación de los docentes ante el teletrabajo, demuestra que también es una problema para los docentes universitarios, el 27,7% de los encuestados afirma que no cuenta con la tecnología necesaria para las clases virtuales. La problemática no es ajena al claustro estudiantil y desde las unidades académicas se busca resolver los obstáculos para docentes, estudiantes e incluso nodocentes, para los cuales se habilitó un protocolo que permite llevar su computadora de trabajo al hogar, con los debidos resguardos.

El objetivo en cada acción, es el mismo: recolectar esfuerzos para que la Universidad Pública cumpla su función.

Por la Red Regional de Voluntariado Universitario. UNICEN Covid-19

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