Desde el Programa de Economía Social y Solidaria (PESS) de la Secretaría de Extensión de la UNICEN vienen desarrollando un proyecto denominado Consuma Dignidad que se propuso como objetivo incentivar y promover el consumo responsable y consciente de mercaderías artesanales locales. El plan se manifiesta como una figura intermediaria y solidaria entre el productor y el consumidor y fue diseñado para que docentes, investigadores, becarios, no docentes, graduados y estudiantes de la Facultad accedan a artículos elaborados con materia prima local, en consonancia con el cuidado del medioambiente, bajo las bases del trabajo autogestionado y promoviendo un precio justo.

La propuesta es impulsada desde noviembre de 2016 junto a distintas facultades, los gremios Adunce y Atuncpba, y en articulación con la cooperativa El Nuevo Amanecer, emprendedores de la Sala Comunitaria de Elaboración de Alimentos, la Panadería Familiar Los Nietitos, la Feria de Productores del Centro Cultural La Compañía, la jabonería artesanal Alipé, la CTEP Tandil, la cooperativa de consumo La Colectiva, entre otros.

Una vez por mes los interesados pueden acceder a un listado digital que detalla los más de 100 productos disponibles y sus correspondientes precios, seleccionar las opciones y cantidades que deseen, y con un simple click lo envían a los coordinadores de Consuma Dignidad que se ocupan que distribuir esos pedidos a cada emprendimiento. Así cada organización prepara sus elaborados y los tiene listos para la fecha de entrega, que generalmente son jueves y viernes de la primera semana del mes. El punto de encuentro se da el primer día en el Centro Cultural Universitario y el segundo en el gimnasio del Campus.

En ambas ocasiones los compradores no solamente se acercan a retirar sus encargues, sino que también tienen la posibilidad de conversar con los productores de eso que ese están llevando. Como no ocurre en los supermercados u otro tipo de locales, esta es una de las grandes ventajas que tiene el consumidor. El hecho de ponerse cara a cara con su vendedor le permite preguntar todo lo que se le ocurra y necesite saber a cerca del artículo, ya sea como lo fabrican, que contiene, de que se trata el proceso, con qué materiales o bajo que normas. Cuestiones que además van a ayudar a comprender el precio que vale. Detrás de los productos están los productores y eso no pasa siempre, pero se está dando cada vez más.

Además cabe destacar que el pago de la compra podrá realizarse en efectivo en el momento o mediante el sistema Ficosol, que es el sistema de Financiamiento al Consumo Solidario también impulsado por el PESS. Es una herramienta de apoyo que el personal docente, no docente y superior de la Universidad puede utilizar además para adquirir mercaderías de la economía social y solidaria en las Ferias. El gasto es descontado directamente de sus haberes, simplemente acreditando su identidad y firmando en una planilla donde se detalla número de DNI, legajo y monto utilizado.

Intermediarios solidarios

Son cerca de 15 emprendimientos los que ofrecen sus productos en el marco de esta propuesta. La mayoría se trata de alimenticios, desde panes, budines, tapas de tartas y empanadas, dulces, conservas, yerba, pastas frescas, alfajores y variedad de lácteos; además pueden disponer de la opción de artículos de aseo personal y cosmética natural, como jabones, desodorantes y polvo dental, entre otros.

Desde el PESS se denominan intermediarios solidarios porque lo que hacen es facilitar ese vínculo entre las dos partes interesadas, brindando el lugar físico para el encuentro y ofreciendo los recursos humanos para toda la gestión, que significa la difusión, recolección y procesamiento de pedidos, que luego pasan a las diferentes organizaciones.

A lo que aspiran desde la coordinación es seguir avanzando en cuanto al alcance del proyecto y no quedarse solamente en el público universitario. Sin embargo, para que esto resulte, están poniendo la energía en acompañar a las distintas organizaciones para que puedan tener una capacidad de producción que sea acorde a la demanda. La idea es ir incorporando de a poco otros colectivos de trabajadores principalmente organizados, siempre locales, habilitados por Bromatología y con todos los papeles requeridos en regla. Esto quiere decir que cualquiera que cuente con un emprendimiento con estas características puede ser parte.

Los miembros de Consuma Dignidad contaron que al ser la Universidad un organismo público, parte del Estado, se ven en la obligación de estar al lado de los productores que tienen menos oportunidades y mayores dificultades de competir abiertamente en el mercado en general.

Por su parte, con los consumidores realizan a través de otros programas una tarea de sensibilización hacia un consumo responsable. Se trata de personas que problematizan el consumo y se plantean el hecho de adquirir lo que realmente se necesita. Es un entorno que piensa y analiza que es lo que hay detrás del acto mismo de comprar, a quienes benefician, bajo que lógicas, con que insumos, si tienen conservantes o no, si tienen químicos o no.

Cabe destacar que los días de entrega además se arma una mesa común, con elaborados extra a los ya vendidos, para aquellos que gusten agregar algo más a sus bolsas. También está a disposición un canasto destinado al reciclado de frascos, que una vez vacíos son devueltos limpios para que entre los productores se los repartan y vuelvan a utilizarlos. En este tipo de actividades está muy marcado el concepto de las tres “erres” que apunta a reducir, reciclar y reutilizar materiales y generar cada vez menos deshechos. De hecho cada uno se acerca con su bolsa no descartable, y si no la tienen o se la olvidaron, pueden adquirir una de tela de Consuma Dignidad en el mismo lugar.

El consumidor llega al lugar, se le entrega el formulario con el pedido que realizó por internet, recorre los distintos puestos recolectando su mercadería y luego elige porqué medio realiza el pago.

Integrantes del Programa contaron que cada vez llegan a más personas y asimismo la lista de interesados va en aumento. Destacaron que además hay un grupo de estudiantes y docentes muy comprometidos y que acompañan y colaboran con la iniciativa desde el comienzo.

Fuente: El Eco de Tandil

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