Semanas atrás se llevó a cabo el cierre de la Práctica Socioeducativa (PSE) «Programa de Limpieza y Desinfección en Cocinas Comunitarias», de la Licenciatura en Tecnología de los Alimentos (LTA) de la Facultad de Ciencias Veterinarias, en las instalaciones del Centro Cultural La Compañía de Tandil.
En este marco, una estudiante del cuarto año de la carrera presentó su trabajo de tesis, que incluyó análisis y propuestas de mejora para la cocina comunitaria que funciona en el centro cultural, a partir de la elaboración de un manual guía de Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (POES), teniendo en cuenta las particularidades de estos espacios de elaboración de alimentos.
De este modo, la joven expuso su trabajo junto a docentes y estudiantes de segundo año de LTA, que también acreditaron sus PSE, integrantes de la Secretaría de Extensión de la Unicen, junto a la coordinadora y productora de la cocina comunitaria, quienes hicieron distintos aportes en torno al tema.
Una de las docentes a cargo explicó que diseñaron un trayecto formativo transversal de toda la licenciatura para que los y las estudiantes de los cuatro años acrediten sus Prácticas Socioeducativas, y no resulte un proceso aislado en el recorrido universitario.
Habitar otros espacios
La Licenciatura en Tecnología de los Alimentos articula con estos espacios comunitarios en busca brindar un horizonte más amplio de desarrollo para el futuro profesional, que trascienda las grandes industrias alimenticias y genere un reconocimiento de los espacios comunitarios como parte de la trama social y productiva local.
A la par, desde el Programa de Economía Social y Solidaria, enfatizaron que es muy importante mostrar otra forma de organizarse para trabajar y producir, y apuntaron a seguir fortaleciendo el vínculo entre la Universidad y las trabajadoras autogestionadas que elaboran alimentos en la ciudad.
El área de Prácticas Socioeducativas, asimismo, destacó que esta PSE tiene un enfoque integral en el que intervienen todas las partes, lo que resulta novedoso en el ámbito académico, tomando el desafío de pensar otras maneras de enseñar y aprender.
Por su lado, la coordinadora de la cocina comunitaria de La Compañía, describió las particularidades de trabajar en una cocina de estas características -que implica compartir el lugar de trabajo con otros productores y productoras- y mostró su satisfacción por poder transmitir su experiencia a los y las estudiantes, para que tomen contacto con el trabajo productivo desde otro lugar.
Por último, las estudiantes de segundo año, reafirmaron la importancia de vincularse con casos reales y poder trasladar los conocimientos aprendidos en el aula al terreno práctico, para enriquecer su formación profesional.