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laurelAnte la preocupación de vecinos de la comunidad azuleña sobre el tema de toxicidad en plantas, los responsables del Herbario y Jardín Botánico de la Facultad de Agronomía elaboraron un informe sobre los arbustos denominados laureles.

El nombre vulgar de algunas especies ornamentales tóxicas es “laurel” pero de ningún modo hay que confundirlo con el laurel comestible Laurus nobilis. En las calles y paseos de la ciudad de Azul y de otras localidades se cultiva “laurel rosa” (Nerium oleander) y en menor medida “laurel-cerezo” (Prunus laurocerasus).

Nerium oleander “laurel rosa”, “laurel de jardín” o “adelfa”

Es una planta europea, perteneciente a la familia Apocináceas, originaria de la región Mediterránea, donde se la encuentra frecuentemente en bordes de cursos de agua. Cultivada en muchos países entre ellos la Argentina, como especie ornamental por la belleza de su follaje y de sus grandes flores.

Es un arbusto de porte erecto, con follaje persistente, 2,5 a 4 m de altura, con látex. Presenta hojas simples, enteras, oblongas, glabras, coriáceas, de color verde oscuro o a veces variegadas, con el envés más claro, de 12 a 20 cm de longitud, ápice agudo, con pecíolo muy corto, dispuestas generalmente en verticilos trímeros (tres por nudo). Flores de 4-6 cm de diámetro, con corola en forma de embudo, en su interior posee cinco apéndices. Aunque uno de sus nombres vulgares es laurel rosa, los colores de sus flores son blanco, rosa, rojo, amarillo y variegados. Las flores (simples, dobles o semidobles), se reúnen en cimas en el extremo de las ramas. Sus frutos son secos, dehiscentes, de 10-20 cm de longitud, contienen numerosas semillas con un mechón de pelos, que son dispersadas por el viento.

Aunque hablar de su toxicidad está considerado un clásico, no es por eso menos importante que la población esté informada y más aún los niños. Las hojas y todas las partes aéreas de la planta son ricas en principios altamente tóxicos, como oleandrina y neriina, glucósidos de acción cardiotónica. Provocan alteraciones en el sistema cardíaco, acompañado o no, de disfunciones de los sistemas gastrointestinal y urinario.

Desde la antigüedad existen referencias a la toxicidad de todas las partes de la planta para el hombre y diversos animales (bovinos, ovinos, caprinos, equinos, caninos, felinos). En textos muy antiguos ya se cita las flores de adelfa como mortíferas para animales. A veces se han exagerado sus efectos, por ejemplo se ha recomendado no dormir bajo su sombra. Un hecho muy conocido es el ocurrido en 1808, durante la guerra de la independencia española, cuando los soldados de Napoleón asaron carne ensartada en estacas de laurel rosa y la mayoría murió.

Sobre esta especie se ha consultado en algunos centros como el Servicio de Toxicología de Rosario por intoxicaciones accidentales por humanos. En la provincia de Buenos Aires se ha reportado en los últimos años intoxicaciones en llamas. Los animales no comen generalmente las hojas directamente de la planta por no ser palatables (el contenido de saponinas les genera sensación de ardor), pero sí los productos de la poda, por lo que son peligrosos, dado que las hojas secas retienen su toxicidad y resultan a la vez más palatables. Por esta razón se recomienda ser cuidadoso con los desechos de la poda, no arrojarlos en sitios donde tengan acceso animales como tampoco niños.

El aumento de la difusión de la planta como ornamental y a su vez la disminución del conocimiento general de la población sobre su toxicidad, hacen que los casos de intoxicación puedan aumentar.

Prunus laurocerasus “laurel-cerezo”

Otra especie cuyo nombre vulgar se relaciona con el laurel, es el “laurel-cerezo” perteneciente a la familia Rosáceas. Es un arbusto o pequeño árbol muy ramificado, originario de Asia y naturalizado en Europa y en otras regiones. Las hojas son persistentes, coriáceas, verde oscuras, lustrosas, de forma oblonga, brevemente pecioladas, de 7 a 15 cm de largo, con margen finamente aserrado o casi entero. Las flores son blancas, pequeñas, de más o menos de 1 cm de diámetro, dispuestas en racimos erectos, de 5 a 10 cm de largo, generalmente más cortos que las hojas. Los frutos son carnosos, pequeños, de más o menos 1 cm de diámetro, de forma ovoide o globosa, de color negro-purpúreo, parecido a una cereza. Es una especie tóxica por contener un glucósido cianogenético en sus hojas y en otras partes de la planta, incluso las semillas son altamente tóxicas.

Texto elaborado desde el Herbario y Jardín Botánico de la Facultad de Agronomía –UNCPBA.

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