Durante el encuentro se realizó una puesta en común de las condiciones, posibilidades y dificultades, que impuso el contexto de pandemia durante el año anterior e implicó una readecuación del modo en que el Programa se venía desarrollando, para finalmente evaluar los principales logros y desafíos que se presentan a partir de las próximas semanas cuando volvamos a ingresar a las Aulas universitarias de los penales.

Los talleres de teatro, cine, lectura y escritura y saberes digitales que iniciarán en la primera semana de abril continuarán desarrollándose de manera virtual en las aulas de cada Unidad Penal donde las y los estudiantes tienen acceso a equipamiento que posibilita mantener la conexión con docentes y talleristas. Los talleres prevén la participación de los Centros de Estudiantes en la difusión y organización dentro de las unidades, así como la participación de algunos de sus integrantes como tutores par, acompañando los procesos artísticos y pedagógicos de sus compañeros y compañeras.

En algunos casos, además, se busca que los talleres de extensión estén articulados con las demandas académicas de las y los estudiantes contribuyendo al logro de las exigencias de cursada de las diferentes carreras que se dictan en las UP.

¿Cómo garantizar el acceso de las y los detenidos a las propuestas de talleres de la UNICEN? ¿De qué manera sortear las dificultades de conectividad? ¿Cómo contrarrestar las prácticas institucionales que impiden el acercamiento y el desarrollo de lo colectivo en los penales? ¿Qué formas adoptan nuestras intervenciones? ¿Qué prácticas docentes se ponen en juego en escenarios altamente complejos como las cárceles? son algunos de los interrogantes que aparecieron en el diálogo y que invitan a reflexionar críticamente sobre el rol de la Universidad en las cárceles.

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