Entrevista de la Secretaría de Extensión (SE) a Natalia Martos (NM)

SE: Natalia contame cómo llegan los Martos a Argentina?

NM: Los Martos vienen de un pueblito muy chiquito, que se llama Villanueva de Algaidas y se ubica en la provincia de Málaga en Andalucía, España. Mi abuelo Juan Antonio Martos Caballero nació el 5 de abril de 1902 y era el mayor de 5 hermanos: 4 varones y la más chica mujer. Por el tema de la pobreza que imperaba en esa época en España, en 1931 los 5 hijos son enviados a la Argentina. Los papás se quedan en España y envían en barco a los 5 hijos a acá, a Argentina.

SE: Qué edad tenía el más grande?

NM: Mi abuelo en esa época tenía 29 años. Y la más chica, Ana, tenía alrededor de 14, 15. O sea, a él le encomiendan cuidar a sus hermanos. No les alcanzaba para venirse todos, entonces los papás ahorraron para que los 5 hijos pudieran escapar de la pobreza.

Cedula de Identidad de Juan Antonio Marto

Mi padre cuenta (yo a mi abuelo no lo conocí ya que murió joven) la historia de sus abuelos en el puerto despidiéndolos; zarparon en el puerto de Almería y esa fue la última vez que vieron a sus padres. No volvieron nunca más a España.

SE: Sabían que venían a Argentina, sabían algo de este país?

NM: Creo que sí sabían que venían a Buenos Aires. De hecho se quedaron después en Buenos Aires, porque algunos por ahí se empezaban a trasladar a otros lugares de la Argentina. Si sabían que venían a Argentina, pero creo que no sabían mucho del país. Lo que pasa también es que mi papá no lo conoció a mi abuelo. Mi abuelo murió cuando mi papá tenía 4 meses. Entonces conocemos lo poco que le pudo transmitir mi abuela.

SE: Vinieron sabiendo algún oficio?

NM: Mi abuelo era labrador. Él en España trabajaba en los viñedos y los olivos. Allá a lo que más se dedicaban era a la agricultura, y Villanueva de Algaidas es un pueblo muy abocado al cultivo del olivar, que lo sigue siendo actualmente.

Mi abuelo cuando llega a la Argentina, lo primero que hace es tratar de conseguir trabajo de su oficio. De hecho lo único que nosotros tenemos de él, que nos quedó material, es una tenaza. Fue lo único que se trajo de valor: una tenaza para poder trabajar, que eso lo tiene mi papá como una reliquia de familia. Y bueno, es lo único que nos quedó de él.

Entonces cuando llega acá a la Argentina, busca trabajo de su oficio y consigue trabajo en una bodega.

SE: Vos me contabas que primero quedan en Buenos Aires. Dónde vivían ahí?

NM: Mi abuelo alquila en calle Ecuador… creo que es la zona de Balvanera. Primero empieza a alquilar ahí y después cuando consigue trabajo en la bodega, él era tan trabajador que al poco tiempo lo nombran capataz. Entonces al capataz le daban una casita en la bodega. Esa bodega estaba por la zona de Palermo, donde está el Regimiento de Granaderos. Mi abuela tenía recuerdos de pasar y ver los caballos de los granaderos. Entonces se va a vivir a la casita en la bodega donde trabajaba.

SE: Lleva a los hermanos a vivir con él?

NM: No, él se va solo. Los hermanos empiezan a crecer, los varones se casan todos. Ana, la más chica, no se casa, es soltera, fallece soltera sin formar familia. Pero después es como que cada hermano hizo su vida.

No sabemos mucho cómo se organizaron para vivir cuando recién llegaron. De hecho, nosotros tenemos muy poco contacto con esos descendientes, yo solamente estoy en contacto con un primo de mi papá.

El abuelo se va a vivir ahí a la bodega y en un baile en el Centro Lucense, uno de los Centros Gallegos más grandes de Buenos Aires, que mi papá dice (no sé si está chequeado porque dicen que los andaluces somos de agrandar un poco las cosas -se ríe-) que entraban 20 mil parejas de baile, como 40 mil personas. A ese baile va mi abuelo y coincide con mi abuela, que era de Rauch. Ella se había venido a trabajar a Tandil, a Sans Souci, y los patrones como era tan buena en el trabajo, le ofrecen irse con ellos a Capital. Ellos venían a Tandil de diciembre a marzo a pasar el verano y después se volvían a Capital. Y así fue que la llevaron a mi abuela y una amiga a trabajar para ellos a Buenos Aires.

Empieza a trabajar ahí con los dueños de Sans Souci, y un día decide ir a ese baile del Centro Lucense y se conocen con mi abuelo.

SE: Tu abuela también tenía descendencia gallega?

NM: No, eso es lo loco. Mi abuela es hija de un italiano de la Liguria y de una francesa. Así que era una ítalo-francesa con un andaluz, porque mi abuelo ni siquiera era gallego tampoco. Pero se conocen en un Centro Gallego y nosotras hoy con mi hermana, estamos en la Comisión Directiva de un Centro Gallego, siendo andaluzas también.

Juan Antonio Martos y Carmen Estropio Beinet

Ellos están como 5 o 6 años de novio, hasta que se casan y se van a vivir juntos a la bodega. Nace mi papá en 1948 y cuando mi papá tenía 4 meses, mi abuelo trabajando en la bodega, subiendo unos toneles (que era un trabajo que él no tenía que hacer porque era capataz) sufre un infarto y fallece, a los 48 años. Mi abuela se queda solita con mi papá de 4 meses.

Bautismo de Juan Carlos Martos (ultima foto con su padre)

Mi abuela cuando se queda viuda allá no tenía nada. Y la vivienda era de la bodega. Entonces una de sus hermanas le dice que se vuelva a Tandil.

Y acá te cuento una anécdota familiar:  cuando mi abuela queda viuda, con mi papá bebé, no le llegaba la pensión. Y ella se tenía que ir de la casa de la bodega. Entonces, ¿qué hacía? Y una vecina le dice “porque no la vas a ver a Evita”. En ese momento estaba el gobierno de Perón. Y mi abuela le decía “qué me va a atender Evita”. Pero bueno, le insistió tanto la vecina, que se acercó a la casa de gobierno y no sabe cómo llegó a la secretaria de Evita. Mi abuela fue con mi papá en brazos. Y cuando la secretaria de Evita le estaba tomando todos los datos, y consultando qué era lo que le pasaba, -mi abuela lo contaba como algo que la marcó- en un momento se abrieron las puertas y apareció Evita. Ella lo relataba como si se le hubiera aparecido la Virgen María. Contaba que se le acercó Evita y le dijo “¿qué le ha pasado?”, y mi abuela le vuelve a contar. Evita le pide si lo puede tener a mi papá en brazos, – él siempre hace el chiste de que en esa reunión nunca dijo una palabra – (se ríe). Evita le dice que se quede tranquila, que a partir del mes siguiente ella iba a cobrar la pensión, que eso era lo que mi abuela necesitaba, y al mes siguiente empieza a cobrar la pensión y también la asistieron con pañales y leche.

fotos de réplica del salón de Eva Perón, Centro Cultural Néstor Kirchner (CABA), 2023

Entonces después para mi abuela nadie podía tocar a Evita, porque para ella era “Santa Evita”. Mi abuela fue una señora común que fue a golpearle la puerta y la atendió. Fue una historia familiar que ella siempre contaba, cada vez que podía. Es más, el día que ella se pudo comprar su casita, tenía la foto de Evita ahí en la cocina.

Mi abuela era venida de Rauch, empleada doméstica, con un bebé de 4 meses, que tenía que abandonar la casa donde estaba que era de los patrones. Para ella Evita fue la salvación.

Después mi abuela trabajó acá en Tandil de empleada doméstica en varios lugares al mismo tiempo, fue muy laburadora y metedora. Limpiaba casas por todos lados y mi papá ahí siempre con ella.

SE: Y como se vinculan acá con el Centro Gallego?

NM: Nuestro Centro Gallego es de confraternidad hispano-argentina. Con lo cual muchos de los españoles de Tandil se congregaban ahí, siempre estuvo abierto a todo público independientemente si eran o no gallegos.

Mi papá se crió acá en Tandil y fue a la Escuela Normal con la hija de Don Ernesto Reclusa, que era el gerente de la Sociedad Española. Mi abuela le consultó a Reclusa si no tenía trabajo para mi papá. Él ya se había recibido de Lic. en administración de empresas en la Universidad de La Plata, así que entra a trabajar en la Sociedad Española. Y es ahí donde conoce a Don Teodoro Díaz Martínez, que era el presidente del Centro Gallego en ese momento. Entonces lo lleva a mi papá a participar en el Centro Gallego y a ingresar a la comisión directiva. Y ahí bueno, nosotras con mi hermana ya desde los 6 años de edad que estamos en el Centro hasta el día de hoy. Mi hermana es la actual presidenta de la institución.

SE: Y en tu casa cuál cultura predominaba?

NM: En casa había de todo. De muy chicas en el Centro Gallego ya bailamos danzas gallegas y también andaluzas. De hecho hoy con mi hermana dirigimos juntas los cuerpos de baile.

Pero en casa si, ya de chiquitas era escuchar todo el tiempo los cassettes con pasodobles. La música que predominaba era la andaluza. Mi papá contaba incluso que mi abuela – que era italiana y francesa – era una apasionada por la música española. Vivía cantando pasodobles y al mediodía cuando él era chico había una radio de Montevideo (radio Carve) que se escuchaba  fuerte acá en Argentina, y  de 12 a 13 hs había un programa que pasaban toda música española. Entonces esa hora para mi abuela era sagrada, había que hacer silencio… yo creo que esa era la forma de estar cerca de mi abuelo.

Así que mi papá se crió con la música de su papá, aunque no lo pudo conocer, y bueno, nosotras también.

SE: Tenían contacto con la familia que había quedado en España?

NM: De eso no sabemos nada. Porque mi abuela era muy reservada, no le gustaba contar mucho. Decía que le hacía mal hablar del abuelo.

SE. Y además de la música que otras experiencias de la cultura familiar recordás?

NM: La comida española. Mucho pescado, marisco, cerdo, chacinados, todo eso. Siempre estuvo en casa. En cuanto al idioma, siempre hubo en la familia modismos y dichos españoles que para nosotros eran habituales. Los gallegos tienen su idioma pero nosotros no lo hablamos.  En eso imperó la rama de los andaluces. Mi mamá sí es descendiente de gallegos (mi bisabuelo era gallego), pero no es algo que se haya transmitido mucho en la familia.

Teresa Beinet y Eusebio Estropio

SE: Cómo se conocieron tu papá y tu mamá?

NM: Ellos también se conocieron en un baile, en Moreno y Arana acá en Tandil. Mi papá se viene siendo muy chiquito para Tandil, que de hecho cuando venían en el tren, conocen una señora y mi abuela no sabía ni dónde iba a parar cuando llegara a Tandil. Esa señora le comenta que alquilaban piezas por la zona de San Martin y 4 de Abril y ahí se termina instalando mi abuela. Y las vueltas de la vida hicieron que mi padre terminara jugando al fútbol en el Club Talleres y en Santamarina con los hijos de esa Sra. que conocieron en el tren.

Ya de joven mi padre comienza a ir a los bailes y ahí es que se conocen con mi mamá y se ponen de novios. Mi mamá es gallega por el lado paterno y  calabresa por el lado materno. Mi bisabuelo vino de Orense, fallece joven y mi bisabuela se vuelve a casar con otro español. Los dos se llamaban Santiago, uno Santiago Álvarez y el otro Santiago Cabrera.

SE: De la cultura gallega que cosas les han quedado?

NM: Más que nada la gastronomía y la danza. Con mi hermana desde chicas  bailamos folclore gallego, que es muy distinto al andaluz. Uno se imagina España y automáticamente aparece la flamenca con las castañuelas y el zapateo, pero esa es la cultura de Andalucía, el sur de España. Todas las regiones de España tienen una cultura y un folclore muy rico y muy variado. Si es por comparar, el baile gallego es por ahí más parecido al vasco. Porque estamos en la zona del norte, ya es más jota, muiñeira, son bailes muy distintos.

Para nosotros está muy naturalizado, porque estamos en la institución desde muy chiquitas.

SE: Cuántos años tiene el Centro Gallego?

NM: Se fundó el 21 de diciembre de 1957, va a cumplir 66 años. Con mi hermana hace 30 años ininterrumpidos que estamos bailando. Ya el cuerpo pasa factura porque los años se empiezan a sentir, pero bueno… seguimos. Escuchas la música y salís bailando, es más fuerte y se lleva en la sangre.

SE: Y el cuerpo de baile es andaluz y gallego

NM: Nos abocamos más que nada a la danza gallega, pero también hacemos de otras regiones de España. Fuera de lo gallego, flamenco sobre todo. Pero también bailamos aragonés, valenciano… Nuestro Centro tiene dentro de sus propósitos la confraternidad hispana, sin descuidar y priorizando la difusión de la cultura gallega.

SE: Cómo ha sido la participación en la Unión de Colectividades?

NM: El Centro Gallego fue uno de los fundadores de las Colectividades junto con otras más. Tuvimos comisiones directivas en el Centro que decidieron no participar por un tiempo. Pero con la nueva comisión hemos decidido aceptar la invitación y volver a estar dentro de la Unión.

Tenemos nuestra sede social en Av. España 330, entre Chacabuco y 14 de Julio. Contamos con un salón de eventos bastante amplio y dos pisos más. Se dictan clases de danzas españolas abiertas a todo público y también hay otras actividades deportivas. También nos dedicamos realizar encuentros gastronómicos: paellas, cazuelas, hacemos peñas. Algunas veces hacemos como un mix: somos Centro Gallego de Confraternidad Hispano Argentina. Entonces hacemos un peña a la española, pero no falta un choripán (se ríe). Porque hay gente que por ahí no se anima al marisco, entonces brindamos la opción argentina.

Hay un dicho en Galicia que dice que “el gallego no nace en Galicia, sino que Galicia nace en uno”. Entonces es adoptar también esa tierra. Por ejemplo yo la rama gallega la tengo un poco más lejana, pero la siento bien cercana mía. Porque la cultura la absorbí desde que era muy chiquita. Entonces escucho una gaita tocar y sé si es una jota o una muiñeira. Por ahí no sabría distinguir entre un gato y un pericón, pero lo gallego sí. Nacimos y nos criamos con la gaita y con el zapateo flamenco.

SE: Hay alguna anécdota especial del Centro Gallego?

NM: En el año 1962 vino Lolita Torres a cantar al Centro Gallego que para esa época fue un suceso. Hay una foto en el Centro muy particular de esa Semana Gallega: está ella con un tapado y todas las chicas del Centro a su alrededor fascinadas.

SE: Tu papá viajó alguna vez a España a conocer a su familia?

NM: Mi papá viajó 3 veces a España y las 3 veces no se movió de Galicia. Es algo que yo siempre le reprocho, nunca fue al pueblo donde nació su padre.

Cuando mi abuelo falleció siendo tan joven, mi abuela se quedó completamente sola, los hermanos de mi abuelo que vivían en Capital no la ayudaron mucho… La ayudaron unas vecinas. Entonces es como que desde ahí le quedó como un resquemor con la familia de mi abuelo. Y como no tenía ningún contacto de allá de Villanueva…tampoco. Y  tampoco quiso buscar.

SE: Vos buscaste alguna vez?

NM: Busqué. Lo que pasa es que son muchos con ese apellido, Martos es un apellido muy común en Andalucía. La realidad es que no tenía muchos datos para buscar, hice el intento pero no funcionó.

Los hijos de los hermanos de mi abuelo entre ellos están un poco más en contacto, porque por lo que tengo entendido todos siguen viviendo en Capital. Pero con lo que pasó con mi abuelo cuando falleció… del lado de mi padre se perdió prácticamente el contacto.

SE: Y vos has viajado a España?

NM: Lo tengo pendiente. Tuve oportunidad, pero justo estaba estudiando en la facultad. Desde España otorgan becas para poder ir a perfeccionarse en la danza, pero justo se me había dado la beca cuando yo ya me estaba por recibir de abogada. Le pregunté a mi papá y él me dijo que no por la carrera. Él siempre tuvo miedo que si nosotras conocíamos, no íbamos a querer volver. Y después por trabajo y cosas de la vida lo he ido postergando. Pero es un viaje que tengo previsto hacer en el corto plazo.

SE: Y tienen tramitada la ciudadanía?

NM: Mi papá por ser hijo de español ya hizo su ciudadanía hace muchos años. Tanto él como mi hermana y yo somos españoles. Antes que tuviéramos la mayoría de edad nos tramitó también a nosotras la nacionalidad.

SE: Y en tu carrera hacés algo vinculado con migraciones?

NM: Además de ejercer como abogada particular, me especialicé en ley de extranjería, básicamente todo lo que es trámite de ciudadanía. Aprovecho la especialidad que estudié para colaborar desde el Centro Gallego con los asociados que necesiten realizar consultas o gestiones sobre el tema.

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