Por iniciativa de la Secretaría de Extensión de la UnivMúsica, Rock, Cultura Unicen, Extensiónel Centro, una buena parte del rock local tuvo su noche soñada. Bajo la denominación de Palos y Astillas se congregaron en el auditórium del Centro Cultural Universitario músicos de rock de la vieja época  (finales de la década del 60 y los 70), muchos de ellos aún en plena actividad, con las nuevas generaciones y, en varios casos, con sus propios hijos que a su vez tienen sus  bandas.

La movida ya había tenido un antecedente en el propio ámbito de la UNICEN, el Aula Magna, cuando hace exactamente diez años se realizó una propuesta similar que resultó muy exitosa.  Aquel imborrable recuerdo hizo que se intentara reeditar la experiencia, teniendo en cuenta que cada vez son más los músicos que se integran al circuito rockero tandilense y que conviven con quienes están desde hace décadas.

Es por eso que, con un renovado espíritu, se realizó el Palos y Astillas II con el mismo objetivo, es decir respeto y rescate de las raíces del rock local por un lado y cruce de generaciones por otro, algo que la música es capaz de construir en medio de tantas divisiones.

La peculiaridad de la convocatoria hizo que gran cantidad de público de todas las edades colmara el Centro Cultural y participara de cuatro dinámicas horas, en una maratón que además de los músicos –alrededor de 40- incluyó un testimonio audiovisual inédito, registrado para la ocasión, que muestra a pioneros del movimiento, relatando un rico anecdotario de los viejos tiempos,  lo que fue muy celebrado por los presentes. En una charla fresca y amena contaron sus experiencias a través del video Eduardo Roca, Luis Barone, Antonio Saldívar, Vicente Arleo, Rody Sicilia, Luis García Miranda, Juan Carlos Balgane y Daniel Román.

Algunos de ellos subieron al escenario y se sumaron otras leyendas como Petty Pissani, Tito Flores, Armando Martínez, Miguel Di Rado, entre otros.  A buen ritmo y en forma ininterrumpida  fueron desfilando los números, todas formaciones integradas para la ocasión ya que no hubo ninguna banda en particular convocada sino veteranos del rock con varios nuevos.  Así fue que el arranque fue de padre e hijo (Daniel y Esteban Román haciendo Dont Let Me Down, de los Beatles), para seguir con otras de las grandes figuras del blues local, Tito Flores, que tocó con sus alumnos adolescentes; el trío formado por Jerónimo Coll, Salvador Barandiarán y Lisandro Martínez, el Negro “Blancanieves” con siete jóvenes músicos (dos de ellos sus hijos), los hermanos Martínez , un “supergrupo” formado por Esteban Berrozpe, “Gallego” Martínez, Di Rado y el guitarrista Román con sus tres hijos.

El final estuvo a cargo de Petty Pissani y Esteban Román que cantaron uno de los temas más bellos de la noche (Stand By Me) y luego fue la zapada final con tres rocks emblemáticos (Kansas City, Cocaine, Rutas Argentinas) invitándose a subir a los músicos que lo deseaban (Carlos Revello, Fernando Badone, entre varios más).  Así que el escenario quedó chico para todos los artistas –incluso dos bateristas en simultáneo-, con un excelente sonido (Herbón) frente a un público que los ovacionó en una noche que no tiene precedentes en el  rock local: nunca tantos rockeros de distintas épocas estuvieron actuando juntos en un escenario, en la zapada de despedida.

La Secretaría de Extensión de la UNICEN, con los músicos que entendieron que la única intención de la propuesta es revalorizar a los hacedores de la cultura local, pudieron generar este show que quedará en la historia. Alrededor de 400 personas, un día martes (no cualquier martes ya que era el Día de la Música) supieron premiarlo en el anochecer de un día agitado.

 

Fotos: gentileza de Tefa Schegtel Torres


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