Investigadores, docentes y alumnos de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) detectaron la presencia de agroquímicos biocidas en suelo y agua de pozo en las 15 escuelas rurales participantes del proyecto de extensión. Estas conclusiones surgen en el informe “Agroquímicos plaguicidas en Escuelas Rurales del Partido de Tandil” que fue presentado el pasado jueves como parte del ciclo Exactas Dialoga, en vivo por el canal de youtube de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas.

El trabajo detectó la presencia de 16 ingredientes activos de formulados de plaguicidas. Todas las escuelas estaban contaminadas, algunas con hasta 8 de estos productos.

El informe pone en evidencia el riesgo que corre la comunidad educativa rural del partido, así como la población cercana a los establecimientos educativos.

Muchos de los plaguicidas encontrados en las muestras son «genotóxicos, neurotóxicos, carcinogénicos y/o disruptores endocrinos, capaces de generar efectos nocivos a la salud a muy bajas dosis.» El informe expresa que » está comprobado que las personas expuestas una o repetidas veces a estos agroquímicos biocidas elevan su posibilidad de desarrollar enfermedades con el tiempo».

En la totalidad de las escuelas relevadas por los investigadores de la UNICEN se detectaron sustancias tóxicas. En el agua se encontró con mayor frecuencia Metsulfurón metil (en el 89% de las muestras), Atz-desetil (metabolito de Atrazina, en 77% de las muestras) y Diclosulam (67%), En las muestras de suelo los ingredientes activos más frecuentes fueron Atrazina y su metabolito Atz-OH (63% y 69% de las muestras respectivamente), AMPA (metabolito del Glifosato, 69%), Glifosato (56%) y 2,4-D (50% de las muestras).

El trabajo de extensión universitaria señala que «los agroquímicos biocidas se difunden en el aire por efecto de las derivas primarias, secundarias y terciarias, se escurren hacia ríos y arroyos, se infiltran hacia las napas subterráneas y se adsorben a partículas de suelo que son transportadas por el viento. Una vez liberados al ambiente, son incontrolables».

También afirma que las denominadas Buenas Prácticas Agrícolas, son necesarias pero insuficientes ya que, aún cuando se sigan al pie de la letra, no pueden proteger a la población ni a los ecosistemas. Por ello, «resulta indispensable hacer estudios epidemiológicos, en especial en niños y niñas, de las comunidades educativas rurales del Partido de Tandil».

El equipo de trabajo estuvo compuesto por Graciela Canziani, Virginia Aparicio, Agustina Cortelezzi, Eduardo De Gerónimo, Soledad Fontanarrosa y Adela Tisnés; entre otros docentes, investigadores, estudiantes y graduados que integran el proyecto de Voluntariado Universitario.

El trabajo puede descargarse aquí
La presentación puede verse en este link

Contacto: canziani@exa.unicen.edu.ar

Fuente: Nota en diario ABCHoy y datos propios

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