El Estado Nacional y las organizaciones sociales llevan los microcréditos a emprendedores de todos los rincones del país

Ya son más de 1.600 las organizaciones sociales que otorgan préstamos y asistencia técnica a pequeños y medianos emprendedores de todo el país a través de fondos regulados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación – a través de la Comisión Nacional de Microcrédito (Conami) – para mejorar la producción y comercialización en el marco de una economía social y solidaria. Hacia fines del 2011, los microcréditos entregados, superaron los 200 mil en todo el país.

Desde hace seis años, el sector público y el sector privado trabajan articuladamente para llevar adelante el Programa Nacional de Microcrédito y así potenciar el crecimiento y desarrollo de emprendimientos productivos, comerciales o de servicios que prioricen el trabajo asociativo.

En junio de 2006 fue sancionadala Ley Nacional de Promoción del Microcrédito – la ministra Alicia Kirchner y el diputado nacional Mariano West fueron los principales impulsores de esta ley – que posteriormente fue adscripta por todas las provincias excepto, San Luis y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A partir de este momento, el Estado Nacional asumió la responsabilidad de promover y financiar estos pequeños préstamos destinados a emprendedores asociados que no reúnen las condiciones para acceder a créditos bancarios tradicionales y que necesitan de dicho apoyo económico para empezar una nueva empresa o hacer crecer su producción.

“No se trata de un sistema de crédito destinado al consumo, sino un sistema que potencia la capacidad de los emprendedores y que busca recuperar el autoestima que habíamos perdido en 2001; se necesita de un fuerte protagonismo del Estado y las organizaciones sociales para que funcione”, destaca la ministra Alicia Kirchner. A su vez, la titular de la cartera social nacional marca la diferencia entre microcréditos y microfinanzas: “el Estado impulsa un sistema de gestión asociada y combate cualquier tipo de usura vinculada a las altas tasas de interés que establece la banca privada a través de las microfinanzas”.

El carácter innovador de esta herramienta está dado tanto por su metodología de “garantías solidarias” como por el acompañamiento con el que cuentan los emprendedores que reciben los microcréditos. No se necesita de una garantía patrimonial para solicitar el microcrédito: los emprendedores forman grupos, cooperativas y redes de trabajo en donde cada integrante actúa como garante solidario de los demás para devolver el préstamo.

De esta manera, con un interés de sólo el 6% anual, los emprendedores asociados pueden acceder a créditos de hasta 12 salarios mínimo, vital y móvil fijado por ley, el cual se obtiene no de una vez sino mediante un proceso en el que la organización ejecutora otorga escalonadamente montos menores según las características de las unidades productivas y de la actividad que la misma desarrolla.

Potenciar la producción y la organización de los emprendedores

En el proceso de acompañamiento y seguimiento que tienen los emprendedores, el trabajo de las organizaciones sociales que otorgan y coordinan los microcréditos es fundamental.

Los montos se otorgan de acuerdo al tipo y la dimensión del emprendimiento, y al cumplimiento de devolución de los préstamos (a partir de la “garantía solidaria”, si uno de los emprendedores no devuelve su parte, el emprendimiento no podrá acceder a más créditos). En la actualidad, el microcrédito en nuestro país tiene una efectividad de devolución del 93 %.

Por otro lado, se capacita al emprendedor para que lleve bien sus cuentas, sus trámites y para que mejore tanto el área productiva como la de comercialización. Las organizaciones ejecutoras asesoran a los emprendedores para cumplir con las obligaciones formales que tiene con su municipalidad, con los controles de bromatología si es necesario, y también en contabilizar las ganancias y las proyecciones económicas.

“En 2003 había 60 organizaciones financieras que entregaban créditos a tasas altas y estaban ubicados únicamente en los centros urbanos. Hoy, con más de 1.600 organizaciones trabajando en el territorio, llegamos a la puna jujeña, a Cuyo, a Misiones, a las localidades más vulnerables dela Provinciade Buenos Aires”, señala el titular de la Conami, Alberto Gandulfo.

Referentes de las organizaciones cuentan su trabajo con los microcréditos

“La economía social es mucho más que el apoyo económico a los pequeños emprendedores”

La Fundación de Organizaciones Comunitarias (FOC) es una organización social de Lomas de Zamora que lleva más de 27 años trabajando con programas sociales enfocados en el desarrollo de la comunidad.

Gabriel, referente de FOC, cuenta que fue en 2005 cuando empezaron a trabajar con el programa nacional de microcréditos. “Lo más importante y lo más difícil fue organizarnos. El tejido social estaba roto, el 2001 no estaba tan lejos”, dice Gabriel.

FOC fue una de las primeras  organizaciones sociales en recibir microcréditos tras la sanción de la Ley Nacional de Microcrédito.

“Hoy, FOC funciona como un centro regional de microcréditos. Logramos desarrollar un consorcio de gestión con el municipio de Lomas y ya llevamos más de 2 mil créditos otorgados”, señala Gabriel.

Más de 400 emprendimientos productivos distintos siguen adelante a través de los microcréditos que coordina esta organización, que es sin dudas una importante referente en el sur del Conurbano Bonaerense. “Muchos de los emprendimientos se dedican al área de textil y calzado, otros a los servicios de comida. Hay de todo”, cuenta Gabriel.

“La economía social es mucho más que el apoyo económico a los pequeños emprendedores”, apunta Gabriel. E inmediatamente añade: “con herramientas como el microcrédito, un tipo que vende tortillas en la calle puede crecer, tener su local y un trabajo registrado, formar un grupo de trabajo”.

“El microcrédito nos permitió desarrollar productos con valor agregado”

“Tato” Belmonte trabaja en Copafes, una organización social rural del norte de Mendoza que trabaja con el programa de microcréditos hace más de 7 años.

“Al ser agricultores, cada uno tiene su parcela, pero el hecho de compartir los microcréditos cambió nuestra forma de planificar la producción”, cuenta “Tato”.

“Con la organización comenzamos a desarrollar tres fabriquitas que hacen tomate triturado y salsa de tomate. Lo estamos vendiendo en el Mercado de Bonpland y en Hotel Bauen, además de que nos compran algunas distribuidoras en Córdoba”.

Recientemente, con la ayuda dela Conami, Copafes pudo conectarse con distintos mercados populares de Chubut. “Quedamos en abastecerlos con cerca de 30 mil kilos de alimento por semana, entre materia prima y productos envasados”, apunta “Tato”.

A su vez,  señala su preocupación por generar una buena planificación el la producción de alimentos y su comercialización. “Cuando estuvimos en el primer encuentro nacional de Ferias Francas compartimos nuestras experiencias con otros emprendedores y con muchos coincidimos que aún hay mucho para trabajar porque los intermediarios siguen siendo actores económicos más fuertes”

“Trabajar en red te da una fuerza multiplicadora”

Guillermo Ferrari es el presidente de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos (SCSM) del partido bonaerense de Escobar. Diez organizaciones y cerca de dos mil unidades productivas trabajan con el programa de microcréditos a través de esta organización que administra y a la vez ejecuta los fondos.

“Nosotros estamos en constante contacto tanto con las organizaciones como los emprendedores que forman parte de las mismas”, destaca Ferrari.

El presidente de SCSM hace hincapié en la importancia del trabajo en red de las organizaciones que fomenta el programa de microcréditos. “Trabajar en red te da una capacidad multiplicadora, una organización sola no puede hacer de todo”.

“Tenemos una organización que se enfoca en apicultura, otra en temas de discapacidad, otra en violencia familiar, otra en alfabetización. La organización no sólo se preocupa en los proyectos productivos, es también un espacio solidario, donde se disparan problemáticas sociales que hay que ayudar a solucionar”, resalta Ferrari.

Por otro lado, Ferrari destaca el reciente lanzamiento del Programa de Monotributo Social Costo Cero, que lanzó el Ministerio de Desarrollo Socia dela Nación, a través del cual el Estado Nacional se compromete a abonar el componente de monotributo a todos los emprendedores que hayan cancelado al menos un crédito y que se encuentren al día en el software de gestión de microcréditos. “El tema de la formalización de los emprendedores es algo que este Gobierno hace hecho mucho hincapié”, señala Ferrari.

Fuente: Miradas al Sur



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