Compartimos a continuación extractos de una entrevista que le realizó la Agencia Télam al Lic. Alberto Gandulfo, Coordinador General de la Comisión Nacional de Microcrédito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, quien nos estará acompañando en nuestro Curso Anual de Extensión en Agroecología y Economía Social y Solidaria.

«Las finanzas solidarias promueven un proceso integrador de las diferentes unidades productivas»

Alberto Gandulfo concedió un reportaje a la agencia Télam. El titular de la CONAMI destacó que en los últimos seis años se entregaron más de 350 mil microcréditos en emprendimientos que representan más de 400 mil puestos de trabajo.

ag(Buenos Aires, 10-09-2013) -El titular de la Comisión Nacional de Microcréditos (CONAMI, del Ministerio de Desarrollo Social), Alberto Gandulfo, destacó que en seis años de gestión «se otorgaron más de 350 mil préstamos, de 2.500 pesos en promedio, lo cual fue acompañado por acciones de promoción, asistencia técnica y el acompañamiento correspondiente». «Con la intervención del Estado se democratizó el uso de esta herramienta, a través de organizaciones sociales que facilitan el acceso al crédito a más de 220 mil unidades productivas», dijo Gandulfo a Télam.El funcionario resaltó que esos emprendimientos representan cerca de 400 mil puestos de trabajo apoyados con los microcréditos.Destacó además que por esta vía ya se invirtieron más de 750 millones de pesos, cursados por unas 1.500 organizaciones de base, que cuentan con más de 8.300 promotores trabajando en todo el territorio nacional.Esas entidades administran fondos públicos (en un promedio de 150 mil pesos cada una) y entregan microcréditos con tasas de interés de hasta 6% de interés anual, es decir, menos de un tercio de lo que hoy cobra la banca comercial.Gandulfo destacó que la política nacional de microcréditos comprende «una visión superadora de la lógica conservadora del Banco de los Pobres (experiencia original surgida en la India), y de la lógica neoliberal de las microfinanzas, con la condición subordinante de la microempresa».»Las finanzas solidarias promueven un proceso integrador de las diferentes unidades productivas, con una metodología de fácil utilización por los mismos trabajadores, que genera y promueve la organización social, el desarrollo productivo y la concientización política», definió Gandulfo.El microcrédito -agregó- es «una herramienta de gestión, no un fin en sí mismo, y no tiene la finalidad de que los fondos sean rentables o de que las entidades sean sustentables para sostener las operatorias».»Se asume la herramienta, y su metodología de acompañamiento y vinculación territorial, con eje en la sustentabilidad del bienestar de los prestatarios, esto es, de los trabajadores organizados solidariamente», dijo el titular de la CONAMI.

Gandulfo recordó que la ley de Promoción del Microcrédito para el Desarrollo de la Economía Social (número 26.117) «se elaboró junto con las organizaciones que ya implementaban el microcrédito en la Argentina, unas 60 instituciones de microfinanzas con pequeñas operatorias en algunas barriadas de los grandes centros urbanos».

Si bien la norma destina un fondo mínimo de 100 millones de pesos anuales, esa suma se sobrepasó en los seis años de gestión, con el objetivo de «fortalecer la organización popular en todo el país».En la actualidad existen 22 leyes provinciales de adhesión a la Ley Nacional de Microcrédito y sólo restan adherir la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y San Luis, concluyó Gandulfo.

Fuente: Télam


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