La historia lugareña no tendrá un registro histórico de una hipotética invasión rusa a la ciudad, pero difícilmente ésta podrá olvidar el acontecimiento vivido el viernes pasado en el Centro Cultural Universitario. Se anunció para la noche la presencia de un grupo llamado Grenada, desconocido para el gran público, pero que venía en gira por la región a través de la UNICEN y por intermedio de su Secretaría de Extensión. Su carta de presentación más visible era la de «conjunto ruso» pero fue suficiente como para atraer a una multitud pocas veces vista.

Con la sala repleta, incluso en su parte superior y gente que clamaba por un asiento, se vivió esta simbiosis de culturas casi por arte de magia, la magia que puede deparar la música y las canciones tanto extrañas como propias.

Es que Grenada, además de transmitir el folklore de los pueblos de Rusia, se introdujo en raíces argentinas para cantar temas tradicionales, esos que «conocemos todos» para que el auditorio se transformara en un coro imponente a partir de la participación de los espectadores, lo  cual parece ser un imperativo de este grupo al que la gente, de pie, pedía que no abandonaran el escenario.

Tienen asiento en Moscú pero estuvieron en Tandil como en su casa, departiendo con artistas y público en general además de entregar más de una hora de show al que no le faltó nada: canciones, bailes, instrumentos no convencionales, vestuario y una simpatía inolvidable de este grupo de rusos que una noche invadieron las sierras.

Imágenes: Nacho Díaz

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